El consumo de sustancias psicoactivas, como el alcohol, provoca dependencia psicológica y física, compromete y destruye todo el organismo humano, y conduce a la ruptura de la vida familiar, profesional y social. Entre 1992 y 2003, el porcentaje de estudiantes que consumen drogas mostró una tendencia al alza, pasando del 5% al 24%. Sin embargo, en 2008 el porcentaje bajó al 15% y en 2010 se mantuvo en un nivel similar: 16%. Entre las sustancias psicoactivas más consumidas por los estudiantes de 18-19 años se encuentran la marihuana: el 82% de los estudiantes ha tenido contacto con la marihuana en los últimos 12 meses (76% en 2008), los «euforizantes legales»: 13% (4% en 2008), las anfetaminas: 11% (9% en 2008), el hachís: 5% (4% en 2008).), hachís – 5%, cocaína – 3%, y heroína, mefedrona y hongos alucinógenos – 2% y éxtasis – 1% (10% en 2008) [OPINIE I DIAGNOZY NR 19. Młodzież 2010, Centro de Investigación de la Opinión Pública, Varsovia 2011].

Por otro lado, en el estudio ESPAD de 2011 se evaluó un grupo de edad más joven. Se observó que las sustancias psicoactivas más consumidas por los jóvenes son la marihuana y el hachís. El 24,3% de los jóvenes de 15 a 16 años y el 37,3% de los de 17 a 18 años declararon haber consumido preparados de cannabis. En ambos casos, se trata de un aumento en comparación con los resultados de 2007. Las segundas sustancias psicoactivas más consumidas fueron los sedantes y somníferos sin receta: el 15,5% de los jóvenes de 15-16 años y el 16,8% de los de 17-18 años. Las segundas sustancias psicoactivas más consumidas fueron los sedantes y somníferos sin receta: el 15,5 % de los jóvenes de 15-16 años y el 16,8 % de los de 17-18 años. El 10,5 % de los jóvenes de 15-16 años y el 15,8 % de los de 17-18 años admitieron haber consumido euforizantes legales al menos una vez en su vida: el 7,1 % de los jóvenes de 15-16 años y el 9,0 % de los de 17-18 años [Programa Europeo de Encuestas Escolares ESPAD, Varsovia 2011 – el estudio fue financiado por la Oficina Nacional de Prevención de la Droga y la Agencia Nacional para la Solución de Problemas Relacionados con el Alcohol].

Las razones por las que los niños y jóvenes consumen sustancias psicoactivas son multidimensionales. El niño (adolescente) no siempre es capaz de justificar la decisión de consumir drogas. Entre ellos se encuentran: la curiosidad, el aburrimiento, el deseo de romper las prohibiciones, el deseo de impresionar a los compañeros, el deseo de encajar en el grupo de iguales, la falta de asertividad -incapacidad de negarse-, la incapacidad de hacer frente a las expectativas de los padres o educadores, la búsqueda de una forma de aliviar el estrés, las tensiones, la expresión de rebeldía contra los padres (conflicto niño-padre o padre-madre).

Las drogas afectan al sistema nervioso modificando el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso periférico, lo que provoca trastornos mentales y cambios en las funciones corporales básicas. Las drogas pueden tener un efecto estimulante sobre el sistema nervioso, por ejemplo la anfetamina (síntomas: comportamiento eufórico, irritabilidad y excitación, alucinaciones visuales y sensoriales, pupilas dilatadas, temblores, aumento de la presión arterial, ritmo cardíaco anormal), un efecto inhibidor, por ejemplo el opio (síntomas: pérdida de apetito, somnolencia, disminución de la actividad motora, trastornos de la personalidad, pupilas contraídas, picores, náuseas, estreñimiento), alucinógenos como la marihuana, el hachís (síntomas: alucinaciones visuales, juicios delirantes, despersonalización, tendencias suicidas, pupilas dilatadas, torpeza de movimientos, congestión conyugal, aumento de la presión arterial).

El tratamiento de la adicción a sustancias psicoactivas es un proceso a largo plazo, difícil y a menudo ineficaz. El efecto duradero de las drogas conduce al agotamiento general del organismo humano, al deterioro de los procesos cognitivos y a la indiferencia emocional y social. El único propósito de un consumidor crónico de drogas es conseguir otra dosis de la droga. Una persona adicta a las sustancias psicoactivas pierde el interés por todo excepto por las drogas. Por lo tanto, hacerles saber que están enfermos y que necesitan ayuda y encontrar la manera de motivarlos para que reciban tratamiento es muy difícil. La primera fase del tratamiento es la sala de desintoxicación, donde el paciente se desintoxica. La siguiente etapa es el tratamiento psicoterapéutico (hospital, ambulatorio, centros MONAR, etc.) y a veces también el tratamiento farmacológico (antidepresivos, tratamiento de enfermedades causadas por la adicción a las drogas).

Fuente: Departamento de Familia, Salud y Asuntos Sociales de la voivodía de Małopolska