Los datos de la Asociación Polaca de Psiquiatría muestran que el número de polacos que sufren trastornos mentales ha aumentado considerablemente en los últimos años. Entre 1997 y 2006, la tasa de personas con trastornos mentales que reciben tratamiento ambulatorio aumentó hasta un 73%. Al mismo tiempo, la tasa de los que necesitan atención psiquiátrica las 24 horas del día aumentó un 41%. En los últimos diez años, el número de pacientes externos ha aumentado a la mitad y el número de pacientes internos a un tercio.

En una encuesta realizada por el CBOS en 2012, la propia enfermedad mental fue revelada por cinco de cada cien encuestados (5%), mientras que el 9% de los encuestados admitió tener o tener un enfermo mental en su entorno inmediato (familia directa), entre otros familiares (12%), amigos (13%), conocidos o vecinos (31%), y hasta el 40% conoce a esa persona de vista [2].

El grupo de diagnósticos más común entre las personas atendidas en las consultas externas de psiquiatría son los trastornos neuróticos relacionados con el estrés, que en 2010 se dieron en 339 mil del total de pacientes atendidos. Los pacientes tratados por trastornos relacionados con el alcohol representan el cuarto grupo más importante del total de tratados (y el primero entre los hombres). En 2010, 184 000 personas recibieron tratamiento por trastornos relacionados con el alcohol en total, de las cuales los hombres representaron el 78% de los pacientes.

Los trastornos mentales más comunes, en términos de incidencia, incluyen [3]:
– trastornos del estado de ánimo: es un estado en el que se alternan sentimientos de euforia y depresión. Los cambios repentinos de humor no suelen estar relacionados con un acontecimiento concreto y el paciente es incapaz de controlar sus sentimientos. Las personas con trastornos del estado de ánimo corren el riesgo de experimentar importantes cambios de humor: manía y depresión. Los síntomas de la manía incluyen sentimientos de euforia y optimismo excesivo, pensamientos «desbocados», irritabilidad, disminución de la necesidad de dormir, comportamiento impulsivo y excitación corporal general. Por otro lado, los síntomas que acompañan a la depresión son: tristeza y sensación de vacío, pesimismo, disminución de la energía y sensación de cansancio, nerviosismo, insomnio, dolor crónico sin razones médicas identificadas, pensamientos/intentos de suicidio, abuso de drogas o alcohol.
– los trastornos neuróticos, que según la clasificación CIE-10 incluyen: trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos, trastornos disociativos (trastornos de identidad), trastornos en forma de quejas somáticas y otros trastornos neuróticos. Los factores responsables del desarrollo de los trastornos neuróticos son los siguientes: biológicos, ambientales, sociales o culturales. El tratamiento de los trastornos neuróticos debe ser integral, sin embargo, en la mayoría de los casos la psicoterapia y la psicoeducación son suficientes.
– esquizofrenia, que es una enfermedad mental crónica. La esquizofrenia pertenece al grupo de los llamados trastornos psicóticos, es decir, estados caracterizados por una experiencia, percepción y evaluación inadecuadas de la realidad. Los pacientes que padecen esquizofrenia, uno de los trastornos mentales más graves, constituyen una cuarta parte de todos los pacientes de los hospitales psiquiátricos de Polonia. Las causas de la esquizofrenia son complejas y no se comprenden del todo. Actualmente existe el llamado modelo biopsicosocial del desarrollo de la esquizofrenia, que tiene en cuenta, entre otros: los factores biológicos (incluidos los genéticos), psicológicos, sociales y ambientales, que según los conocimientos médicos actuales pueden influir en la aparición de la enfermedad y en su cuadro clínico. El riesgo de esquizofrenia es mayor en las familias en las que se ha diagnosticado esquizofrenia a familiares de primer grado (por ejemplo, padres, hermanos, hijos). El tratamiento de los pacientes con esquizofrenia es complejo y debe incluir: farmacoterapia, psicoeducación, psicoterapia, terapia ocupacional y otras formas de terapia (raramente electroshock). En el tratamiento de los pacientes con esquizofrenia suele ser importante cooperar no sólo con el paciente sino también con su familia.

La rehabilitación psiquiátrica desempeña un papel importante en el tratamiento de los trastornos mentales, cuyo objetivo es permitir que los pacientes reduzcan o eliminen las barreras asociadas a la discapacidad (enfermedad mental) y reconstruyan la capacidad de vivir de forma independiente, socializar y gestionar sus propios asuntos. Este enfoque incluye garantizar que los pacientes con trastornos mentales puedan trabajar, desenvolverse en la comunidad y disfrutar de su vida social, a su propio ritmo, a través de experiencias planificadas, en un ambiente respetuoso, solidario y enriquecedor. La frontera entre el tratamiento y la rehabilitación es fluida: ambas formas de intervención se compenetran y se benefician en parte de los recursos terapéuticos compartidos. Es necesario un cierto nivel de motivación y voluntad por parte del paciente para la rehabilitación.

No es fácil vivir con una enfermedad mental, porque es una amenaza para la mayoría de las personas. Es importante aprender a vivir en sociedad y, sobre todo, que no se sepa que esta enfermedad nos acompaña en nuestro día a día.

Al mismo tiempo, conviene ser consciente de que proporcionar a las personas con trastornos mentales «una atención sanitaria multilateral y universalmente disponible y otras formas de atención y asistencia necesarias para vivir en un entorno familiar y social», así como «formar hacia las personas con trastornos mentales actitudes sociales apropiadas, especialmente la comprensión, la tolerancia, la amabilidad, y también contrarrestar su discriminación», son algunas de las tareas estatutarias de la atención a la salud mental en Polonia (Ustawa z dnia 19 sierpnia 1994 r. ochronie zdrowia psychicznego – Dz. 1994, nº 111, punto 535).

Referencias:
1. Salud mental de los polacos, CBOS 2012.
2. Sytuacja zdrowotna ludności Polski i jej uwarunkowania, pod red. B. Wojtyniak, P. Goryńskiego, B. Moskalewicz, Narodowy Instytut Zdrowia Publicznego – Państwowy Zakład Higieny, Varsovia 2012, página 175.
3. Informe Psique «Día Mundial de la Salud Mental» 2012.

Fuente: Departamento de Familia, Salud y Asuntos Sociales del Voivodato de Małopolskie