El cáncer es un grupo de enfermedades caracterizadas por la división incontrolada de las células del organismo. Hay dos tipos de cáncer: benigno y maligno. Las características más importantes de los tumores malignos son: la infiltración y destrucción de los tejidos circundantes y la capacidad de hacer metástasis en los ganglios linfáticos u órganos distantes, donde las células cancerosas anidan y crecen. En cambio, los tumores benignos no se infiltran en los tejidos circundantes y no hacen metástasis.
En las últimas décadas, el cáncer ha pasado de ser una enfermedad mortal tratada como una condena a una enfermedad crónica. La esperanza de vida tras el tratamiento del cáncer aumenta constantemente, y gracias a las nuevas terapias innovadoras en el tratamiento es posible recuperarse más rápidamente y aumentar la calidad de vida tras el cáncer.
Los cánceres más frecuentes entre las mujeres son los de mama, colorrectal y recto, pulmón, endometrio y ovarios. Los cánceres más comunes entre los hombres son los de pulmón, próstata, colon y recto, vejiga y estómago.
Las causas del cáncer son diversas y se siguen descubriendo otras nuevas. Las causas más comunes de cáncer incluyen:
– Fumar – el tabaco contiene unas 4.000 sustancias, de las cuales unas 40 tienen un efecto cancerígeno, tiene una relación directa con el cáncer de pulmón, boca, garganta, esófago;
– Consumo excesivo de alcohol: provoca cáncer de cavidad oral, garganta, esófago, laringe, estómago e hígado;
– Dieta inadecuada: una dieta rica en grasas, azúcar, sal de mesa, alcohol y algunos aditivos también es susceptible de ser cancerígena; la contaminación y el origen de los alimentos también son importantes en la dieta;
– Las radiaciones UVA y UVB pueden provocar, entre otras cosas, cáncer de piel (melanoma maligno);
– Infecciones víricas: los virus de la hepatitis B y C pueden contribuir al cáncer de hígado, el Helicobacter Pylori al cáncer de estómago, el HSP y el VPH al cáncer de cuello de útero, de vagina y de vulva;
– La contaminación del aire, que también se asocia a la contaminación causada por el tabaquismo;
– La predisposición genética, que desgraciadamente no se puede cambiar.
Dependiendo del tipo de cáncer, puede detectarse mediante diversas pruebas. Las pruebas diagnósticas más comunes son: Ecografía, TAC, RMN, morfología, tomografía por emisión de positrones y mamografía.
El estadio del tumor determina la forma de tratamiento del paciente. A menudo se utiliza una combinación de varios métodos, por ejemplo, radioterapia con quimioterapia. Otros métodos son el tratamiento quirúrgico, la inmunoterapia y otros métodos innovadores.
La prevención:
Las principales medidas preventivas implican cambios en el estilo de vida, más concretamente, evitar los factores de riesgo. Una dieta variada, la limitación del consumo de alcohol, el abandono del tabaco, el uso de protectores solares y la participación en deportes y actividades físicas reducirán significativamente el riesgo de desarrollar cáncer. Los cambios en el estilo de vida pueden reducir las posibilidades de desarrollar cáncer en un 30-50%. Para evitar las infecciones víricas, el mejor método de prevención es la vacunación. Las mamografías, citologías y otros exámenes regulares, gracias a los cuales se puede detectar el cáncer en una fase temprana, son una importante medida preventiva.
La vida después de un diagnóstico de cáncer no es fácil y está asociada a un gran miedo y ansiedad, que puede incluso llevar a la depresión. Es importante que hables con el personal médico sobre todos tus temores y que recibas el apoyo de tus familiares y amigos. También debe recordar que debe comer de forma saludable e incorporar una variedad de comidas a su dieta. La actividad física moderada también es importante y puede aliviar los efectos negativos de la quimioterapia.
Referencia:
www.onkologia.org.pl
Fuente: Departamento de Familia, Salud y Asuntos Sociales de la región de Malopolska
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